Debemos centrar toda nuestra atención en el niño,

porque él es el origen de los enigmas de la humanidad

y también la clave para resolverlos.

María Montessori.



Hace años las personas decían una frase “nadie te enseña a ser madre o padre” y hacían lo que podían. Con el tiempo se comenzaron a difundir teorías pedagógicas, diversos modelos de educación, asesorías de todo tipo y la ciencia médica avanzó tanto que la infancia se fortaleció. En nuestros días quienes deciden emprender la maternidad o paternidad cuentan con diversas herramientas para evitar improvisar y proveer a su descendencia de un futuro certero y promisorio.

Fue por ello que desde principios del siglo XX se generó una gran preocupación por la infancia que se encontraba vulnerable debido a las constantes guerras que ocasionaban la orfandad, el aumento de niños refugiados y las consecuencias de salud que esto acarreaba. La activista Eglantyne Jebb encontró la forma de ayudar a través de la asociación Save the Children, ver https://www.savethechildren.net   y junto con el Comité Internacional de la Cruz Roja, pudieron proclamar en 1924 durante la Convención de Ginebra, la Declaración de los Derechos de los Niños. Estas iniciativas siguen vigentes hasta nuestros días debido a los permanentes esfuerzos que se enfocan en la infancia.

A través de la onu, se ha establecido el Día Internacional del Día del Niño, el 20 de noviembre y desde ahí cada país promueve un día en particular para intensificar el reconocimiento a los derechos de la infancia que se enfocan en aspectos fundamentales como: la seguridad, la vivienda digna, la alimentación y la salud que deben ser garantizados a todos los niños, niñas y adolescentes en todo el mundo. Para conocer más sobre este código visita:

https://www.cndh.org.mx/derechos-humanos/derechos-de-las-ninas-ninos-y-adolescentes

En México, se señaló el 30 de abril como Día del Niño durante la presidencia de Álvaro Obregón y el ministro de educación José Vasconcelos. En 1924 que invitó a la maestra y escritora Gabriela Mistral a colaborar en las reformas educativas de su país. Durante ese periodo Mistral articuló un ideario para el desarrollo y bienestar integral de los niños. Dio fundamentos a su reflexión pedagógica con respecto a los métodos y fines de la enseñanza. La prioridad era lograr una mejor alimentación, una mejor educación en lectura, escritura y calidad de los materiales educativos y abrir bibliotecas para complementar estos objetivos.

José Vasconcelos y Gabriela Mistral abrieron las escuelas al aire libre, pues con la experiencia de la escritora chilena como maestra rural y los propósitos del ministro de mejorar la calidad de vida de la infancia de los pueblos originarios se crearon las llamadas Misiones Culturales para llevar libros y escuelas a cada rincón del país. Fue una política educativa épica y única en la historia de México.

El tema de la educación es siempre importante, si bien existen cada vez mayores recursos y opciones, en muchos casos se enfoca en el futuro de los estudiantes y no en el presente. Según el terapeuta Claudio Naranjo, la educación actual se enfoca en competir, conquistar el éxito y atiende en menor grado a la salud mental, al desarrollo de la espontaneidad del cuerpo humano, al juego, la empatía, el amor y es poco sensible a las preocupaciones de la infancia.

Parece que la educación actual pretendiera domesticar a la niñez en lugar de impulsarla al crecimiento personal. El modelo educativo que María Montessori creó hace un siglo se enfoca en el desarrollo de la vida práctica donde las personas sean capaces de valerse por sí mismas y desarrollar sus habilidades individuales de acuerdo con su proceso personal e individual en un contexto de colaboración social.

Los tiempos que enfrentamos hoy tristemente siguen vulnerando a la infancia, considerada entre los 0 a los 18 años, en la mayoría de los países, pues las guerras han provocado el exilio de millones de familias y es necesario el apoyo cada vez mayor a los niños y niñas refugiados en diversas partes del mundo. La niñez en situaciones de violencia por acoso escolar o bullying, rechazo a los niños de la diversidad sexual, accidentes, adicciones y suicidio incrementan además los índices de mortalidad.

El derecho a la salud de la niñez es inalienable y aunque la pandemia de Covid-19 no mermó la población infantil, como la de las personas adultas, los niños y niñas han enfrentado la muerte y funerales de seres queridos y la violencia al interior de sus hogares debido al confinamiento que en muchos casos les han dejado en la indefensión. Se dice que el cierre temprano de las escuelas en todo el mundo pudo contribuir a proteger a la infancia de los contagios, sin embargo, aquella población infantil perteneciente a minorías o en situación de pobreza no pudieron acceder a los almuerzos escolares o la ayuda extracurricular para mejorar su desempeño escolar.

Es inmenso el trabajo que padres, educadores y médicos tienen para dar a la infancia esos derechos de bienestar y amor que merece. Por fortuna los recursos de la información crecer exponencialmente a la par de los retos. No sabemos lo que van a ser esos niños y niñas en el futuro, pero sí sabemos lo que requieren hoy en día: amor incondicional y nuestro esfuerzo total para garantizar en México la Ley General de Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. Sin duda la previsión es de gran ayuda para brindarles un futuro de paz y tranquilidad, por ello te recordamos que, en Memorial San Ángel, estamos contigo hasta el final.