Las flores son uno de los elementos más ricos de la naturaleza y más apreciados por la humanidad. Representan la vida y la belleza efímeras. Han sido inspiración del arte. Nezahualcóyotl decía que las flores son tal vez, lo único verdadero en la tierra.

Cuando alguien tiene lenguaje florido es porque tiene gracia y es agradable al oído. Al referirse a la parte mejor y más escogida de algo, se dice, “la flor de la sociedad”, “la flor de la canela” y “la flor de la edad” para referirse a la juventud. Se le dicen flores a quien se desea halagar. Hasta en los juegos de naipes “la flor” es una combinación de gran valor, tres cartas del mismo palo.

Los antiguos mexicanos de habla náhuatl llamaban a la poesía: ”flor y canto”. Era una metáfora para aludir a lo sutil y lo efímero de la vida humana, a través de dos símbolos estimados de su cultura: la fragancia y delicadeza de las flores, y el canto de las aves. La flor de cuatro pétalos fue muy valorada porque tenía la forma del lugar sagrado y oculto habitado por los dioses de Teotihuacán. Se efectuaban las “guerras floridas” con el fin de capturar víctimas para el sacrificio que se convertía en la máxima ofrenda para los dioses. La flor de magnolia, que crece en verano, era usada por los gobernantes para el alivio de la fatiga al inhalar su perfume.

Las flores preservaron su sentido religioso en el México colonial, cuando la devoción de la Virgen María se hizo popular y se le ofrendan flores para que la madre de Dios las resguarde como símbolo de nuestras vidas. Es conocido el pasaje de San Juan Diego que llevaba en su manto rosas frescas obtenidas de un paisaje árido, donde ocurrió el milagro de la aparición de la Virgen de Guadalupe y pocos días después, aparece la roja flor de nochebuena que anuncia el nacimiento de Dios y solo perdura en invierno.

En los países de Asia se venera la flor del cerezo, llamada Sakura en Japón y representa lo que en todo momento nace y muere. Nos enseña que hay fragilidad, belleza e impermanencia en todo. En varios países de oriente, cada primavera, las personas esperan y agradecen el breve pero abundante florecimiento de los Sakura que dura unos días. La flor de crisantemo es el símbolo del imperio japonés. La flor de loto es muy importante en oriente, porque representa la pureza y la regeneración de las personas. Sus características son una perfecta analogía de la condición humana, aunque sus raíces crezcan en las aguas más sucias, el loto produce la flor más hermosa.

Hubo en México, a principios del siglo XX un maestro jardinero muy conocido entre las personas acaudaladas que decoraban sus jardines privados con abundantes flores. Aquel hombre fue el japonés, Tatsuguro Matsumoto que solicitó permiso al gobierno para sembrar una especie parecida a los árboles de Sakura, llamada Jacaranda proveniente de Brasil, con la que había experimentado y se adaptaban muy bien al suelo y clima de nuestro país, desde entonces las calles de varias ciudades se cubren de flores moradas por dos meses, marzo y abril.

Las flores se usan para ofrendar la vida breve de los difuntos en un último acto de vitalidad y color. En la Europa ancestral, sepultaban a los muertos en camas de flores y plantas aromáticas. Era un procedimiento práctico para que las flores perfumaran los cuerpos debido a los precarios métodos de conservación y porque las sepulturas eran superficiales. Las costumbres mundiales de uso y significado de las flores se sintetizaron y hasta nuestros días es imprescindible ofrendar abundantes flores en los funerales y en los días de muertos.

Se llevan flores blancas para honrar la pureza de las almas de los difuntos niños. Se ofrendan grandes coronas de flores para mostrar respeto a una persona ilustre. La flor de cempoalxóxhitl, por su fuerte olor, guía a los difuntos hacía su altar de muertos y por su color naranja brillante, ilumina su camino hacía la eternidad. La flor de terciopelo o “pata de león” tiene un color rojizo como sangre coagulada y representa la tragedia que vivió el difunto en vida, si murió en un asesinato o en un hospital y por cierto también es una flor comestible en México y varios países.

México cuenta con el 10% de las especies mundiales de plantas que florecen y son endémicas, es decir, no existen en ninguna otra parte y entre 30 y 50 especies de flores son comestibles o se les atribuyen propiedades medicinales. La lista es larga, basta mencionar: la flor negra de la vainilla, la flor de jamaica, la flor de anís, la flor de amaranto, la flor de calabaza, la bugambilia, la manzanilla, la flor de maíz, la flor de cacao, la flor de la palma, etc.

Es tanta la importancia de las flores en la vida que en el aumento en la venta de insumos y plantas en esta pandemia refleja una necesidad colectiva por llevar vida a nuestros espacios, reconectar con la naturaleza y sus ciclos observables en los periodos de gestación, crecimiento y floración, a través de esta valiosa actividad lúdica y relajante. Al hacerlo aportamos a la preservación de las especies y nos enseña a comprender las leyes de la naturaleza y la impermanencia de manera profunda y sutil. Te invitamos a disfrutar los colores y perfumes de las flores, a dejar que descubrimientos en tu vida florezcan como cuando hiciste germinar un frijolito por primera vez y recuerda que en Memorial San Ángel, estamos contigo hasta el final.