Vampiros y zombies, favoritos entre los muertos vivientes.

Oct 29, 2021

Germán Robles en El vampiro (1957), foto www.terceravia.mx


Los villanos de mis películas son siempre los vivos, no los muertos.

George A. Romero.

 

Uno de los mayores prodigios de Jesucristo fue el haber regresado a la vida a Lázaro de Betania, que llevaba cuatro días en su sepultura (Jn 11:43). Con aquel milagro Jesús dio testimonio de ser el enviado de Dios, según la tradición cristiana, pero las escrituras no ofrecen más información acerca del estado físico o mental subsecuente de aquella persona después de la muerte y todo parece indicar que Lázaro fue el primer muerto viviente registrado de la historia de la humanidad, aunque entendemos que decir esto sería interpretado como una blasfemia para los creyentes.

 

La idea de los “no muertos” apareció en Europa en la Edad Media y siguió en los años de las expediciones de la conquista de América y se incrementó en las siguientes centurias. Los primeros en aparecer fueron los vampiros, vocablo de origen eslavo que significa ser volador que bebe o chupa, semejantes a los murciélagos hematófagos y en serbio significa monstruo o muerto que regresa para alimentarse de sangre.

 

La supuesta existencia de los vampiros, ayudó a explicar el origen de las epidemias y las enfermedades como la sífilis, la rabia, el carbunco, la anemia o la leucemia que se asociaban infecciones de la sangre, cuyo origen se desconocía y supuestamente eran provocadas por el contacto de de algún demonio. En consecuencia los síntomas como: fotosensibilidad, falta de coagulación, palidez, vómitos densos, convulsiones o ahogamientos; inflamaciones de laringe que provocaban alteraciones de la voz, perturbaciones causadas por las fiebres y desmayos se interpretaban como mutaciones monstruosas y al recordar que la religión católica predominan en la ideología y moral de la época, pues estos padecimientos se consideraban causados por el Diablo.

 

Después de largas agonías los pálidos pacientes se desmayaban o sufrían paros cardiorespiratorios y la precaria medicina de la época los declaraba fallecidos, así que eran sepultados vivos. Hubo algunas personas que después de un tiempo de reposo se recuperaban del desvanecimiento y escapaban de sus tumbas con desesperación, así comenzó la leyenda de los que volvían de la muerte convertidos en vampiros.

 

Cuando aquellas personas morían definitivamente, la gente esperaba un tiempo razonable para desenterrar a los presuntos vampiros y clavarles una estaca en el pecho, tal y como era la creencia para acabar con aquellos monstruos, propagando, sin querer, una gran cantidad de bacterias entre las personas vivas por el contacto con el cadáver en descomposición.

 

Otra idea que prevalecía en aquella época, era asumir que todo lo extranjero o diferente tenía una naturaleza maligna. La existencia de los vampiros se convirtió en una leyenda y la literatura contribuyó al agregar que provenían de Oriente y se comenzó a estructurar un perfil que conocemos hasta nuestros días con el cual podemos identificar a un vampiro.

 

La más popular descripción, surgió de la famosa novela de Bram Stoker, Drácula de 1897 que define al vampiro como un maléfico noble rumano que por razones misteriosas se encuentra en un estado intermedio entre la vida y la muerte. Su apariencia aterradora, rejuvenece al beber la sangre de otro ser vivo. Es un ser inmortal, terriblemente lujurioso, no tiene reflejo en los espejos y vive en las tinieblas, pues la luz del día y los símbolos de la religión católica son su debilidad. Su muerte definitiva solo ocurre al ser estacado, decapitado y para asegurar su completa destrucción deberá ser incinerado.

 

La novela de Stoker ha inspirado infinidad de secuelas convertidas en libros, comics, películas y series de televisión en todo el mundo. La cinematografía ofrece grandes ejemplos de los malignos vampiros como Nosferatu (1922) dirigida por Friedrich Murnau y el fascinante Drácula (1931) de Tod Browning con la perfecta caracterización del actor Béla Lugosi. Después de una larguísima saga de películas y series de televisión, los vampiros se fueron suavizando para crear cierta empatía con la audiencia hasta convertirlos en carismáticos adolescentes enamorados de chicas mortales en la serie de novelas tituladas Crepúsculo de Stephanie Meyer (2005) y llevadas al cine con gran éxito. Cabe recordar, que en todos lo casos siempre que uno de estos seres muerde en el cuello a otra persona, poco después, esta se transformará en vampiro.

 

La fascinación por el terror se hizo presente en la literatura del siglo XIX cuando predominaba una obsesiva idea por preservar la vida, después de largos años de pandemias, guerras y cambios sociales que causaron estragos en el ánimo de la población. Eso creó el ambiente para nuevos muertos vivos como los zombies o zombis, en español.

 

Los primeros zombies se conocieron en los viajes de exploración a las Antillas, donde los esclavos de origen africano desarrollaron su cultura y tradiciones religiosas en la clandestinidad y al fusionarlas con la religión católica pudieron preservarlas por siglos, pues aparentaban practicar el catolicismo cuando en realidad lo hacían con su propia religión. Es el caso del vudú o voodoo que proviene de una mezcla del francés, inglés e idiomas africanos mezclados en el continente americano, que significa espíritu.

 

La palabra zombie de origen haitiano se refiere a una persona que de una u otra forma puede resucitar o volver a la vida. Según los seguidores del vudú, esta resurrección la lleva a cabo una maga o mago, hábil en el uso de sustancias y ritos que dejan a la persona en estado catatónico, con el fin de esclavizarla para sus propios fines. Se ha analizado recientemente la sustancia que convierte a las personas en zombies y entre sus componentes animales y vegetales se encuentra la tetrodoxina, un analgésico 160 mil veces más potente que la cocaína.

 

La relación con el dolor causado por la esclavitud en la sociedad afrodenscendiente tiene gran relación con el vudú, porque los africanos al llegar a América eran bautizados por los sacerdotes católicos, se les asignaba un nuevo nombre y se les sometía al trabajo forzado. Estas personas consideraban que les robaban su identidad y se sentían muertos en vida. El vudú y su magia fueron un gran refugio para esta sociedad afectada, pues les ayudaba a sanar física y espiritualmente. Los zombies eran creados para ser sometidos y castigar a algunas personas por sus errores o por venganza.

 

Debido a que el vudú se extendió en diversas formas religiosas en todas partes del mundo donde hubo afrodescendientes, su presencia ha llegado hasta nuestros días.

Hay personas que afirman haber sido convertidas en zombies cuando sin poder moverse o respirar escucharon a los médicos declarar su muerte; presenciaron su propio funeral y escucharon el llanto de sus familiares. Los medios masivos del entretenimiento se han fascinado por el tema de los zombies y la imaginación para crear contenidos ha sido ilimitada. Cabe mencionar que las ideas relacionadas con zombies siempre se ven con prejuicios o asociadas a la maldad o a entidades demoniacas.  

 

Se dice que el primer zombie de la historia se encuentra en la novela de Mary Shelley (1918) Frankestein, que tuvo su inspiración en los primeros experimentos científicos de Luigi Galvani sobre el poder de la electricidad para revivir cuerpos inertes y otras teorías que contrastaban con la Inglaterra de la época victoriana que cuestionaba la experimentación médica con el cuerpo humano y el atrevimiento de la humanidad para rivalizar con Dios en la intervención de la vida y la muerte. Esa es la trama de la novela, sobre un muerto que vuelve a la vida y al no poderse integrar plenamente a la sociedad, se convierte en un monstruo y desea vengarse de su creador. En cuestión de zombies las cosas que siempre terminan mal.

 

Con el paso de los años, se le atribuye al genio del director George A. Romero haber creado la joya cinematográfica, Night of the living dead o La noche de los muertos vivientes (1968), con una propuesta donde los zombies son seres serviles, dominados por una inteligencia superior y carentes de voluntad para convertirse en incontrolables caníbales, dotados de un instinto de supervivencia que los mueve a atacar seres humanos, que al ser mordidos por los zombies se van a convertir en muerto vivos en el futuro cercano.

 

El invento de George A. Romero, se popularizó en forma viral, primero porque se estrenó como un película apta para todo público y de ella derivaron miles de películas y series de televisión, de las más famosas está Walking Dead (2010), sus respectivos comics e infinidad de videojuegos como: Call of Duty (2015) o Resident Evil (1996), también con versiones cinematográficas en donde la asesoría de Romero ha sido fundamental. El surgimiento de los zombies siempre queda en misterio, se le asocia causas apocalípticas y no siempre al vudú, puede ser un virus pandémico, un ataque alienígena o un experimento científico fuera de control.

 

Algo muy interesante, fue que el actor seleccionado como protagonista de la película de Romero en 1968, fue Duane Jones, un joven afroamericano cuyo personaje es consciente de una amenaza mayor que el ataque de los zombies y es la falta de empatía entre la sociedad para trabajar en equipo en contra de un enemigo poderoso y todas las personas involucradas se muestran egoístas, pierden el sentido común y el desorden lleva al caos. Todos los humanos mueren en la película, algunos atacados por los zombies, otros asesinados entre ellos. En la escena final el personaje de Jones muere al recibir un disparo y en una época de gran persecución a los afrodescendientes en los Estados Unidos, la escena de la película impactó porque en ese mismo año fue asesinado Martin Luther King, Jr. y la película tomó un carácter de reivindicación social no intencional.

 

En México tenemos muy dignos representantes de los muertos vivos en el séptimo arte. Nuestro famoso luchador héroe y justiciero El Santo conocido como Samson en los Estados Unidos, luchó contra los zombies en 1961 y contra las Mujeres vampiro en 1962, por mencionar dos ejemplos, donde hubo mucha lucha, científicos que convierten muertos en vivos para controlar en mundo y mujeres viejas que al robar la sangre humana vuelven a la juventud y recobran infinita belleza. Al final, “el enmascarado de plata” deja una enseñanza: que la ambición, poder, riquezas de la humanidad son su perdición y por desafiar las leyes de Dios caen víctimas de sus propias maldades.

 

No podemos dejar de mencionar El vampiro (1957) de Fernando Méndez, una película que dio al actor Germán Robles fama internacional por su interpretación del “no muerto” y la película tuvo una gran ambientación de terror combinado con las tradiciones relacionadas con los muertos en México.

 

En Memorial San Ángel, nos damos un tiempo para la recreación por medio de las festividades y tradiciones de la época y es ese mismo espíritu te recordamos que estamos contigo hasta el final.


COMPARTIR

preguntas de ninos sobre la muerte
por Condolencias 19 abr., 2024
Tras la pérdida de un ser querido, es normal que aparezcan preguntas de los niños sobre la muerte. Ser honesto y claro les permitirá comprender su significado y procesar mejor sus emociones.
niños en ritos funerarios
por Condolencias 05 abr., 2024
Algunos adultos consideran que incluir a niños en rituales funerarios puede ser traumático, pero en realidad es un apoyo para su entendimiento de la muerte y su proceso de duelo.
manifestación de la muerte en los sueños
por Condolencias 25 mar., 2024
Los sueños han sido considerados como una ventana a las necesidades, deseos, temores y conflictos ubicados en lo más profundo de la mente humana. Entre los temas más recurrentes e inquietantes, la muerte ocupa un lugar notable.
Más entradas
Share by: